Pocas invenciones se han adaptado con tal fidelidad y utilidad a la vida cotidiana. La fotografía ha resultado ser, a lo largo de su historia, uno de los ingenios que más profundamente han marcado su época. Sus aplicaciones son innumerables. Desde la descripción puntual de la filiación de gentes y cosas hasta la siempre incierta búsqueda por guardar, en una placa, la huella del tiempo en fuga.
Desde la primera impresión fotográfica conocida en estas tierras, y que pareciera corresponder al arribo a Guadalajara de las tropas invasoras francesas, no ha dejado de haber testimonios fotográficos que dan cuenta del devenir de habitantes, lugares y visiones. Un campo vasto e inexplorado es la fértil iconografia acumulada por los fotográfos diversos, aficionados y profesionales, pueblerinos y citadinos que no han dejado de captar, morosamente, los devenires jaliscienses. Nombres célebres y desconocidos han frecuentado el territorio de las imágenes fotográficas: Ignacio Gómez Gallardo, Victor Arauz Bauer, Octaviano de la Mora, Lola Álvarez Bravo y tantos y tantos otros que a través del diafragma y el obturador intentaron dejar constancia de una visión y de un tiempo irrepetible.
Juan Palomar Verea (1993) Revisión de las visiones. CONTRAVIENTO. No. Año 1 P.2
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