26 de mayo de 2008

Hace poco tiempo me inscribí a un curso de Literatura, del cual me acorde que cuando yo era adolescente, intentaba realizar un cuento con dibujos, y no lo lograba que me quedara bien, pues he reescrito varias veces, pero no llego el resultado que yo esperaba, pues deje de hacer y guardada ya hace 9 años. Al estar en el curso de Literatura, recordé el cuento y lo volví a reescribir, aunque mi actual modo de pensar e inventar cuentos, ha cambiado; pero conservé la idea que yo tenía hace muchos años y además he modificado algunas cosas para que sea más lógica la historia, pero al mismo tema. Al final de realizar el cuento, me quede satisfecha, como yo quería en mi adolescencia, decidí publicar el cuento a esta pagina, es para recordar como me diverti mucho dibujando seis imágenes para este cuento.

La Lechera y su cántaro

1. Hace mucho tiempo, había una Lechera que era muy emprendedora y soñadora, se dedicaba a vender la leche a una tienda en el campo, mientras recorría el camino, llevaba su cántaro y soñaba con tener una granja con tres gallinas, una chiva, una vaca y tres becerros, veía que realizar su sueño era fácil y comenzó a planear y trabajar.

2. Después de dedicarse a vender leche, de inmediato contrató a un constructor para hacer una granja hermosa y sencilla, como ella soñaba. Quedó estupenda y terminada, pero le faltaban los animales y ya no tenía mucho dinero para comprarlos.

3. Así que decidió comprar primero las gallinas, mientras luchaba para que su granja estuviera completa con los animales, que ella planeaba tener, se puso a trabajar, vendía los huevos y la leche.

4. Un día, logró conseguir una chiva, estaba feliz, porque ya podía vender más cosas, como el queso y la cajeta. Cada vez, aumentaba la venta de las cuatro cosas, aunque la actitud de la Lechera, cambió, era muy creída y presumía su negocio. Un buen día, la chiva se enfermó de una infección muy fuerte. Fue su primera decepción, que ya no podía hacer más quesos ni la cajeta, mientras trataba de curar, sólo vendía la leche y los huevos. Una mañana salió a vender y cuando regresó a la granja, encontró la chiva muerta, estaba muy desconsolada por la pérdida.

5. Después de esa experiencia, compró la vaca y los tres becerros, se dedicó a vender litros y litros de leche y aún seguía con los huevos, pues deseaba tener otra chiva para completar su deseo y a recuperar de las ventas de queso y cajeta, pero todavía creía que iba a lograr el gran sueño, pero cada vez iba siendo más irresponsable y descuidada, por la falta de higiene de la granja y de los animales, aunque siguió siendo muy emprendedora y luchadora.

6. En un día, iba con su cántaro a vender en una tienda, pero antes de entrar a la puerta, se tropezó con un escalón y se cayó el cántaro y perdió la leche, recién ordeñada, tuvo que regresar a su granja, a ordeñar más, pero cuando llegó, no encontró la vaca ni los becerros ni las gallinas… se acordó que se había dejado la puerta abierta… se hundió en la tristeza que ya no tenía nada que vender y no alcanzó su gran sueño, se dio cuenta que debía ser más responsable y humilde.