30 de junio de 2010

"Bitácora de mis viajes" de Namiko Machida


En este post está dedicada a Namiko Machida porque quiero compartir un poco de mi testimonio sobre la vida de esa gran pintora, que va a exhibir una exposición pictórica en Casa Colomos, este viernes 2 de Julio a las 19 hrs.


Cuando la conocí por primera vez en el Centro Cultural "El Refugio" hace mas de 2 años, lo primero que la vi fue que estaba tan confundida con sus compañeros por falta del entendimiento en la comunicación, la razón era que no sabía mucho el idioma español. Pero nunca me imagine que poco después se convertiría mi compañera en taller de Pintura, durante un año, que desde aquel día admiré sus pinturas por el gran significado que tiene las representaciones de su vida y de sus viajes, hasta de su estilo extraordinario por las increibles texturas, colores, de las buenas estructuras de objetos en cada obra.



Fui testigo que se había ido a un viaje planeado, que estuvo ausente por varias semanas en el taller, pero cuando regreso, se puso a pintar de la vivencia de su viaje, me quedé impresionada y admirada de su gran inspiración que tiene para pintar en cada viaje que hace, es uno de los mejores recuerdos que tengo de ella, por el gran talento que tiene en sus manos para plasmar en los lienzos.


Pero.... ¿De dónde viene ella?


Les comparto las propias palabras de Namiko que está escrito en la contraportada del invitación de su exposición:


"Soy Namiko y vengo de Japón. Vine a México para conocer su rica cultura e intentar algo nuevo. Comencé a pintar hace dos años, en la escuela "El Refugio", en Tlaquepaque.
Pinto lo que me atrapa; lo que me llama mi atención y me hace sentir mucho. La mayoría de mis pinturas, hablan de mis viajes y mi vida cotidiana, pero vista en mi propia perspectiva. Es así como deseo expresar y transmitir lo que me hizo comenzar a pintar.
Espero disfruten de esta exposición."
Namiko Machida


Vale la pena conocer sus trabajos artisticos de esa talentosa, que siempre la recordaré en mi corazón por su belleza del alma.


Inauguración
Julio 2, 2010 a las 19 hrs
Coctel

Centro Cultural "Casa Colomos"
Chaco 3200
Colonia Providencia
Zapopan, Jalisco
Tels. 3642 0132, 3641 7633

14 de junio de 2010

El origen del chocolate_Historia



Los orígenes de esta sustancia sólida, sensual y para algunos adictiva que llamamos chocolate hunden sus raíces en la prehistoria del Nuevo Mundo, en el misterioso reino de los olmecas y los mayas. Fueron estas antiguas civilizaciones mesoamericanas, que vivieron en el corazón de la América central ecuatorial, las primeras que cultivaron el árbol del que proviene el chocolate.


Los Olmecas

Hace tres mil años los olmecas, una de las civilizaciones mesoamericanas más antiguas, ocupaba un área de selvas tropicales al sur de Veracruz, en el golfo de México. Los lingüistas modernos han reconstruido el antiguo vocabulario olmeca y han encontrado que comprende la voz "cacao". Dados los requerimientos de calor, humedad y sombra que tiene el árbol del cacao, condiciones que se dan donde vivían los olmecas, muchos historiadores están convencidos de que la primera civilización que cultivó este árbol fue la de los olmecas, y no la de los aztecas, como se creía comúnmente.




En este códice precolombino puede verse un ejemplar de Theobroma cacao, con sus vainas claramente visibles, creciendo en un agujero en el suelo lleno de tierra.
Los Mayas
En torno al siglo IV antes de Cristo, varios siglos después de la desaparición de los olmecas, los mayas se habían establecido en una extensa región situada al sur del México actual, que se extiende desde la península del Yucatán en América Central a lo largo de la región de Chiapas y la costa de Guatemala en el Pacífico. El clima húmedo de esta región era perfecto para el árbol del cacao, que florecía fácilmente en las zonas más umbrías del bosque tropical. Los mayas llamaban a este árbol cacahuaquchtl -"árbol"; de hecho, para ellos, no existía ningún otro árbol que mereciese tanto el nombre de árbol como éste. Creían que era un árbol que pertenecía a los dioses y que las vainas que crecían en su tronco eran un regalo que los dioses hacían a los hombres.
El período en torno al año 300 de nuestra era, conocido como la época clásica de la Civilización Maya, fue de un gran desarrollo artístico, espiritual e intelectual. Los mayas construyeron palacios y templos de piedra, grabando en sus sagrados muros imágenes de vainas de cacao, que para ellos eran un símbolo de vida y fertilidad. Conocido como "el pueblo del libro", los mayas también idearon un sistema de jeroglíficos que escribían en unas frágiles hojas de papel hechas con corteza de árbol. Actualmente sólo se conservan cuatro de los libros mayas, todos ellos del período post-clásico. Los libros están llenos de ilustraciones que representan a los diversos dioses practicando diferentes rituales religiosos en los que frecuentemente aparecen las vainas del cacao, y cuyo texto se refiere a menudo al cacao como un manjar de dioses.
Los mayas crearon una especie de brebaje amargo hecho de semillas de cacao que consumían exclusivamente los reyes y los miembros de la nobleza y también usado para dar solemnidad a determinados rituales sagrados. En sus libros, los mayas describen diversas formas de elaborar y perfumar este brebaje, desde unas gachas espesas hechas con harina de maíz, hasta un brebaje más líquido para ser bebido. Una antigua pintura muestra ese oscuro brebaje marrón siendo vertido de un recipiente a otro hasta producir una importante cantidad de espuma. Diversas especias se usaban como aditamento para perfumar el brebaje, siendo el chile picante el preferido. Otras pruebas del uso del cacao por los mayas aparecen en los muchos recipientes pintados hallados en sus tumbas funerarias. Una tumba excavada en Guatemala en 1984 contenía varios recipientes que se habían usado para el consumo del chocolate. Uno de los ejemplares más exóticos y hermosos lleva el símbolo maya para el chocolate en su tapa y en su interior se encontraron residuos de esta bebida.
Los Toltecas y los Aztecas
Tras la misteriosa caída del imperio maya en torno al año 900 de nuestra era, los habilidosos toltecas, más tarde seguidos por los aztecas de México, se instalaron en el antiguo territorio de los mayas. Quetzalcoatl, el rey de los toltecas, era también el dios del aire, y una de sus misiones era llevar las semillas del árbol del cacao desde el Edén hasta la tierra de los hombres y enseñarles las diversas formas de cultivo. A causa de una serie de levantamientos políticos, Quetzalcoatl y sus seguidores huyeron hacia el sur del Yucatán. Encontrándose enfermo, fue persuadido de beber una misteriosa pócima que le hizo volverse loco. Convencido de que tenía que abandonar su reino, Quetzalcoatl se hizo a la mar en una pequeña balsa prometiendo a sus subditos que regresaría en un año especificado para reclamar su reino. La leyenda de este exilio llegó a convertirse en parte de la mitología azteca, y los astrólogos pronosticaron que en 1519 un rey de tez blanca regresaría para liberar a su pueblo. Esta creencia iba a tener consecuencias duraderas en el futuro del Nuevo Mundo.





Una figura azteca de piedra del siglo XV sosteniendo una vaina de cacao.

McFODDEN, Christine y France, Chistine.

La Historia del Chocolate.

Hymsa. 1997. España.