Para este año, tendré un gran cambio y sobre todo de mi tiempo, después de recibir las noticias de la exposición individual por segunda ocasión y el ingreso a la Facultad, eso me hace sentir contenta, porque aprenderé más cosas nuevas, nuevos caminos para seguir adelante pero la cosa que me causa tristeza es dejar mi segunda tierra: San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, en donde comencé a aprender la Pintura y crecí como artista plástico en el Centro Cultural "El Refugio", es como mi casa, iba varias veces a la semana a las clases, a las exposiciones, pasar un buen rato por la calle principal de Tlaquepaque, como me encantaba ver a los indígenas que estaban ahí que venden todo relacionado de chaquira como collares, pulseras, entre otros, pasar a las tiendas reconocidas de mueblerías, alfarerías, artesanías, dulcerías, todo relacionado del piel, etc., de vez en cuando iba a tomar un frapuchino bien frío en "Café San Pedro".
Hoy fui para pasar un rato, en la calle principal de lo cual me causó nostalgia que después de siete años de "vivir" en Tlaquepaque, abandonaré a mi segunda patria como artista, seguramente voy a extrañar todo pero no voy a dejarlo por completo, dependerá de mi tiempo, aunque no será igual como lo vivido durante siete años en mi tierra adoptiva.
