22 de mayo de 2009

Nervios en el panteón

En un día tan caluroso, mientras yo viajaba en el camión y lista para comenzar a tomar fotos en “El Refugio”, al ver que casi llegaba al panteón y pensé: “¿Por qué no bajo a tomar unas fotos ahí primero? Me levante de inmediato y timbre, baje justo enfrente del panteón.

Así que fui a la administración en donde me concedió el permiso para tomar fotos, solo busque las gavetas más antiguas, encontré una que me llamo la atención por la forma de la gaveta con columnas gruesas hasta el piso, me detuve a retratarla, pero vi algo extraño más allá, del lado izquierdo de la gaveta que estuve tomando, me acerque y vi algo que estaba destapada, trague saliva al verse los huesos y un cráneo al parecer de un niño, por el tamaño; me demore unos segundos aquí observando las formas y texturas, como me quede casi con boca abierta por la impresión y aleje de ese lugar. Trate de tranquilizarme, comencé a sentir un poco de nervios, tratando de olvidarme, buscando a que mas podía tomar fotos, hay algunas tumbas envueltas de tierra en el suelo y solo se decoran con una cruz con figuras, pero muy antiguas, en una de ellas que me gusto por la decoración y al lado de la tumba, estaban unas esculturas en forma de ángeles abandonados y sueltos. Me puse en cuclillas al acercarme a ella, acomodando y buscando la composición con la cámara para captar aquellas imágenes.


Al finalizar de la sesión de esa escena, cuando levante y mi pie estaba en el centro de la tumba, sentí que mi pie se hundía poquito a poquito como si fuera que estoy en una película de terror, que me hundiría y a estar en contacto con un muerto. Levante mi pie, mire hacia abajo delante de la tumba, parece que no tiene cemento, retire de inmediato, mas nervios sentía, a pesar de eso continúe buscando que mas podía tomar fotos, sentí que alguien me toco mi tobillo, salte del susto y voltee hacia atrás, no había nadie, resulta que mi credencial de la Universidad se cayó del bolsillo de mi pantalón, comprendí que fue eso lo que toco a mi tobillo, respire hondo al recoger mi credencial y sacudí, no paraba de los nervios por un buen rato, me detuve hasta al fondo del panteón, en donde había gavetas más antiguas de todas, lástima que no pude tomar bien por las rejas y bardas que las tapaban. Decidí dejar de tomar para ir al Centro Cultural “El Refugio” y a continuar fotografiando…

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