Es increíble trabajar en laboratorio para revelar las películas y ampliar las fotos, a pesar que no es nada fácil para realizar esos trabajos, pues existen químicos con medidas exactas y temperatura adecuada porque, si no, se quedaran las películas claras u oscuras, y hasta calcular el tiempo para revelar en el papel fotográfico con la ampliadora y en los químicos, con tantas preocupaciones de no maltratar el papel fotográfico.
Es difícil vivir en un laboratorio oscuro, con mi mundo silencioso, cuando mis compañeros quieren hablar conmigo, no les alcanzo a entender para nada, y lo más feo es cuando salgo del laboratorio, hay dos puertas con cortinas negras, frecuentemente choco con mis compañeros, hasta puede tener muchos accidentes como caer la película o un papel ya revelada, se manchan con polvo. Todo tiene que hacer con mil cuidados, aunque me divierto mucho, y olvido que tengo hambre, ya que comienza a estar en el laboratorio desde las siete de la mañana, me la pase estudiando con la ampliadora y examinando con las pruebas para revisar como quedan los contrastes de las fotos, es interesante porque puedo hacer, si yo deseo que una foto salga clara u oscura, modifico el diafragma y el tiempo de la ampliadora antes de revelar, pero la cosa que es bastante difícil es cuando apago el foco rojo a la hora de poner el papel fotográfico y acomodar bien para que no salga chueca, sin ver nada, es horrible, pero me gusta hacer de todos modos.
Es una experiencia linda, a pesar de todo eso, vale la pena por los nuevos conocimientos, así que les comparto las tres fotos en blanco y negro que he realizado en laboratorio que se encuentra en mi página de flickr, (www.flickr.com/photos/reginafranco), como dice una bella frase:
“Si alguna vez he realizado algún descubrimiento valioso, ello ha sido gracias a la paciente atención más que a cualquier otro talento”
J. Newton
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